Desconocimiento, falsos mitos o experiencia basada en vivir con perro, han influido negativamente sobre lo que esperamos del minino y lo que le ofrecemos. La personalidad del gato es una guía para darle el cuidado adecuado.
Por eso algunas personas se frustran porque su gato no obedece y hay quienes emprenden una tarea de adiestramiento en la que el gato termina forzosamente acostumbrándose a pasear con correa.
¿Qué personalidad tiene tu gato?
Como todo individuo, cada posee una personalidad única y especial la cual se define por:
- Unos factores internos: su genética, actividad neuronal, hormonal…
- Unos factores externos: el medio que lo rodea y las experiencias que ha tenido.
- Y la socialización: todas las interacciones que el gato tiene en sus primeras semanas de vida con el mundo, determinan en gran medida su forma de reaccionar y comportarse con los demás.
La conjugación de lo anterior, determina que un gato sea amigable, temeroso, aventurero, territorial… Conocer su personalidad, nos permite en gran medida entender qué podemos esperar de él, qué necesita para ser feliz, cómo ayudarlo para evitarle estrés e incomodidad.
Gato sociable
El típico gato simpático, tranquilo y seguro, que se lleva bien con todos, recibe y acompaña a las visitas, es amistoso, cariñoso y pocas cosas lo perturban. Este tipo de gato necesita mucha atención, demanda tiempo y caricias, disfruta mucho la compañía y por eso su cama, juguetes y objetos más valiosos deberían estar ubicados en las zonas más sociales del hogar.
Gato miedoso
Es el gato que quizá por traumas del pasado y/o por su herencia genética, desarrolló una personalidad muy vulnerable, es un gato esquivo, temeroso, cualquier novedad le causa espanto y por eso se mantiene aislado o escondido, lo aterran los cambios y que lo saquen de su rutina porque todo le causa miedo.
A un gatito así no debes forzarlo a salir nunca de su escondite porque puede reaccionar agresivamente por miedo. No debes esperar que un día será el más amistoso, basta con percibirlo tranquilo y tolerante con su entorno aunque maneje sus distancias. A un gato así propíciale un ambiente muy tranquilo y estable con espacios donde pueda pasar desapercibido, mejor las visitas del veterinario a domicilio, mejor sus camitas, escondites y comida alta.
Gato hiperactivo
Es un gato muy inquieto y aventurero, que vive su instinto de curiosidad al cien por ciento, todo lo trepa, todo lo quiere cazar y si tiene ocasión de escapar no lo duda. Un gato así necesita mucha atención y juego para canalizar la energía o de lo contrario comenzará a “portarse mal” para llamar la atención o compensar el aburrimiento como pueda. Este increíble acróbata necesita un entorno lo más enriquecido y seguro posible, donde pueda trepar, rasguñar y desarrollar con confianza lo mejor de su instinto.
Gato territorial
Es un gato déspota, que se apropia tanto de su espacio que le cuesta socializar con otros gatos pues su prioridad es cuidar y defender sus recursos, cualquier cambio le genera amenaza y por eso reacciona agresivo.
Exponer de golpe a este gatito, a una mudanza o a un nuevo gato o bebé en el hogar, podría desencadenar conductas como agresividad o eliminación inadecuada debido a su territorialidad, por eso todo cambio debe ser introducido lo más lento y progresivo posible. Así mismo, le conviene mucho percibir abundante su entorno, a más camas, más platos de comida, más bandejas sanitarias, menos posibilidad de escasez, más tranquilidad.
En Mirringa Mirronga personalizamos el mobiliario de tu gato según su carácter y comportamiento particular. Contáctanos aquí para asesorarte.
Escrito por:
Ana Gallo. Etóloga