Cuando tu gato llega a la edad de 10 años, oficialmente es ‘un viejito’, la buena noticia es que con una alimentación y cuidados adecuados, entre ellos los controles médicos veterinarios estrictos, tu gato puede vivir 10 años más con excelente calidad de vida. A continuación veremos cuáles son esos signos de vejez en tu gato y lo que debes hacer.

Cambios en su pelaje

Además de las canas, el pelo del gato adulto va perdiendo brillo y sedosidad y tiende a tornarse más áspero por deficiencias de vitaminas y más enredado ya que acicalarse le cuesta por dolencias articulares o dificultad al estirarse. Consulta al médico si puedes complementar su dieta con algún suplemento y ayuda a tu gato con un masaje y cepillado diario.

Cambios en el peso y apetito

Muchos gatos con la edad adquieren sobrepeso porque comen más y se mueven menos y algunos incluso con dieta light o comida baja en grasa no pierden peso. Consulta con el médico veterinario para descartar problemas de diabetes.

Otros gatos por el contrario tienden a perder peso, muchas veces porque la pérdida de dientes y problemas de sarro e inflamación de encías, generan dolor y molestia para comer. Otras veces porque el gato comienza a padecer problemas asociados al hígado, páncreas o riñones. 

Si notas cambios de peso en tu gato adulto consulta de inmediato con el médico veterinario y asegúrate de que consume suficiente agua fresca todos los días. Pídele al médico veterinario si es oportuno recetar a tu gato una fórmula para ayudarlo a desintoxicar el hígado.

Deterioro de sus sentidos

Cuando tu gato se va poniendo viejito, sus sentidos se van deteriorando sobre todo la vista, el oído y el olfato y esto le ocasiona pérdida de atención y orientación, falta de coordinación  e irritabilidad, tu gato se muestra menos amigable y tolerante. Procúrale a tu anciano gatito un ambiente tranquilo y bajo en ruidos, evítale cambios bruscos, no lo agarres bruscamente y respeta sus horas de sueño. Consúltale también al médico veterinario qué suplemento le puedes dar a tu gato para retardar el deterioro mental y mejorar la movilidad.

Excesiva quietud

Un gato viejito duerme más y se mueve menos, y aunque toda la vida sea juguetón, sus rutinas de juego y su instinto de curiosidad disminuyen notablemente con la edad. Mucho de esto tiene que ver con las dolencias articulares. Adecúa su ambiente de acuerdo con su capacidad de movilidad y procura ofrecerle todos los días un rato de juego para que mantenga activos su mente y cuerpo.

Eliminación por fuera de la bandeja sanitaria

Si tu viejito bigotudo tiene evacuaciones grandes de orina por fuera de la caja sanitaria y en superficies blandas y horizontales, es fundamental acudir al médico veterinario ya que podría tratarse de una insuficiencia renal. Y si notas que se hace justo afuera de la bandeja, podría tener alguna dificultad para entrar y salir de la caja o un dolor físico que el gato esté asociando con la caja, ¡consulta al médico veterinario!

Escrito por:

Ana Gallo. Etóloga