Hay verdades que pueden herir susceptibilidades, pero desde el punto de vista etológico, es nuestra responsabilidad invitar siempre a la reflexión. Cada vez es más creciente la tendencia a humanizar a nuestros animales de compañía y lo cierto es que no todos nuestros mimos son bienestar para ellos.
¿Cuáles cuidados van en contravía del bienestar felino?
1. Alimentos preparados para humanos
Si bien es cierto que “las mascotas se conquistan por el estómago” y que de hecho, los snacks nos sirven para ganar su confianza y son una herramienta fundamental en los procesos de educación y adiestramiento animal, darles comida humana prepara es potencialmente peligroso no solo para los gatos y perros, ya que tienen aditivos y componentes que el sistema digestivo del animal no está en capacidad de procesar como la sal, el azúcar, la leche, el chocolate, la cebolla, por citar algunos ejemplos.
“Es que me parece cruel ver su carita de petición ahí junto a mis pies y no darle de mi comida” pero, ¿no crees que sería peor una emergencia por intoxicación o un daño renal silencioso y progresivo o un desbalance nutricional por darle la comida y cantidades inadecuadas para sus requerimientos calóricos?
2. Bañarlo frecuentemente
Es verdad que si acostumbras al gato a bañarlo desde sus 2 meses de edad, la experiencia de pasar por agua y jabón no le resulte tan hostil, sin embargo, ten en cuenta que el gato es un animal extremadamente limpio, que se acicala diariamente, “barriendo” con la lengua todo el exceso de pelo muerto y suciedad de su cuerpo.
Además, en ese proceso de acicalamiento, el gato se va empapando a sí mismo de toda la feromona de su saliva por lo que, al bañarlo, lo dejas desprovisto de su olor natural y lo impregnas de olores extraños (champú, talco, perfume…) así que, lo que para tí significa limpiarlo, para él es como “ensuciarlo”. Evita el baño frecuente sobre todo si tu gato es un animalito de casa y opta mejor por el cepillado, baños secos y paños húmedos sin alcohol, especiales para mascotas.
3. Pasearlo
Al igual que con el baño, hay muchos gatos “paseadores”, que sus amos los han acostumbrado a salir de casa desde muy cachorros y toleran un poco mejor la exposición a lugares extraños, pero recordemos que el gato es naturalmente territorial, sacarlo representa para él peligro y desorientación lo que le produce tan altos niveles de estrés, que pueden ocasionarle enfermedad.
4. Vestirlo
Vestir, calzar, pintar las uñas o el pelo a una mascota, entre otras, es de lo más humanizante que podemos hacer con los animales y aunque nos parezca tierno, lindo o divertido, la mayoría de veces les causamos gran incomodidad, dolor y muchas veces los ponemos en peligro.
Escrito por:
Ana Gallo. Etóloga U del CES.
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